15/7/2019
Los alumnos del curso ‘La basura convertida en música’ finalizan con una actuación tocando los instrumentos que habían creado
 

Una escoba, una botella de lejía o un bote de pintura son algunos de los elementos utilizados para crear música

Los días 10 y 11 de julio se ha desarrollado en el Palacio de Albaicín de Noja el curso de verano de la Universidad de Cantabria ‘La basura convertida en música: luthería, reciclaje y creación musical’, en el que se han creado instrumentos a partir de material reciclado o de uso cotidiano, al tiempo que se ha asentado vocabulario y conceptos básicos relativos a la música, el sonido y los propios instrumentos.

Convertir una escoba, una botella de lejía o un bote de pintura en un instrumento musical ha sido el principal objetivo de este curso, uno de los que se han desarrollado durante toda la semana (junto a ‘Las bandas sonoras: descubre cómo crearlas y aprovecha sus posibilidades didácticas’ y ‘Musicoterapia y salud: sintonizando, cuidando y acompañando a la persona en el ámbito sanitario en musicoterapia’).

El curso ha estado dirigido por Jon Urrutia, artífice del proyecto ‘Trakamatraca’, dirigido a ofrecer conciertos didácticos con instrumentos hechos con material reciclado. El curso ha contado con alumnos de lo más variado, desde musicólogos hasta futuros profesores o aficionados, y terminaba con una actuación conjunta en la que cada alumno tocó de manera improvisada, utilizando para ello los instrumentos que habían creado durante estos dos días.

El pasado 30 de junio, el músico ofreció un concierto didáctico en la playa Trengandín, englobado en las actividades de los Cursos de Verano de la UC, con instrumentos realizados con materiales sacados de la basura o reciclados.

El alcalde, Miguel Ángel Ruiz Lavín, ha subrayado la “importancia de dotar de una segunda vida a objetos cotidianos”, una vida, además, “que enriquece tanto como crear música”. Por ello, ha agradecido a la Universidad de Cantabria que “un año más haya elegido nuestra Villa y un espacio incomparable como el Palacio de Albaicín” para desarrollar cursos de música, y ha deseado a los alumnos que “hayan adquirido los conocimientos que les permitan, en caso de que lo deseen, desarrollar una faceta creativa tan interesante como la que ha propuesto el curso”.






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